1 de abril de 2015

Y el año se fue...

Hoy hace un año que salí de casa con la mochila al hombro, comenzando un sueño pensado durante muchos años. Iba con las ideas fijas, con una sonrisa de oreja a oreja y dando todo por sentado. Sabía qué quería hacer y dónde iba a acabar. Pero nada ha sido como yo tenía planeado. Nada. Absolutamente.

No ha sido precioso, ha sido mejor. Mejor de lo que nunca hubiera soñado. Un año donde he aprendido a no planificar y a dejarme llevar. Lleno de gente maravillosa, de momentos mágicos, de experiencias únicas. Donde se me ha puesto la piel de gallina por un paisaje, una palabra, una caricia, una flor y he llorado de risa a cada rato. Donde he vuelto a ver el lado bueno de las cosas y he crecido por dentro, aprendiendo tanto.

Me he sentido y me siento afortunada cada mañana cuando me despierta el amanecer, escucho una canción, recibo un saludo, huelo el aire que me rodea o siento el viento que roza mi cara. Soy feliz. Me siento llena y hacía tanto que no lo sentía así que hoy mis líneas son para agradecer.

Agradecer al mundo y a cada uno de vosotros que se ha cruzado y se cruza en mi camino. Todos y cada uno hacéis que mi vida sea rica e intensa. De todos aprendo siempre algo. Gracias. Gracias por vuestro tiempo, vuestra paciencia conmigo, vuestras sonrisas y vuestros abrazos. Por estar ahí siempre o solo un rato. Por entrar y salir de mi vida. Por quedaros.

Mi año no acaba aquí. Acaba de empezar. Así lo siento y así me gustaría hacéroslo sentir. Ojalá que también el vuestro. Deseo que vuestros días sean felices, cada uno de ellos y que empiecen y acaben con una sonrisa y un pensamiento positivo.

Buen día a todos. Nos seguimos sintiendo. En la cercanía o en la lejanía. Siempre. :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por tu comentario!